Jueves 31 de julio, El Teatro, Buenos Aires.
Arribamos al lugar con toda la expectativa de poder ver a una de las bandas más honestas y persistentes del Heavy Metal de todos los tiempos: los alemanes Grave Digger, en su segunda visita al país (la primera había sido en 1997, junto a sus compatriotas Rage). Tras 28 años de carrera y 14 álbumes de estudio, estábamos seguros de que nos esperaba un concierto demoledor.
Ante muy escasa concurrencia, la primera banda que vimos fue Insurrección, quienes entregaron su Metal maidenesco a lo largo de poco más de media hora.
Después subió Patán, una de las agrupaciones argentinas que más ha crecido en los últimos tiempos, quienes aprovecharon la oportunidad para presentar "Conquista", su 4a. producción discográfica recientemente editada por el sello Icarus. Sonaron potentes y ajustados. Y los temas son gancheros de verdad.
Otra breve espera y aparece Skiltron sobre las tablas, liderados por el conocido Diego Valdéz, un gran cantante (en todo sentido!) de la escena nacional. Lo de Skiltron es una especie de Folk Metal con nítido tinte europeo, influenciados por In Extremo y también -por qué no?- por los mismísimos Grave Digger. El público (que ya a esa altura había aumentado considerablemente) los acompañó con buena actitud.
Otro corto paréntesis, y poco antes de las 21:30 aparece Grave Digger sobre el escenario. Puesta en escena sobria, con la tapa de "Liberty or death", el último cd, como telón de fondo. Confieso que tenía ciertas dudas previas acerca de cómo podría estar la voz de Chris Boltendahl tras tantos años de combate. Y las mismas fueron ampliamente disipadas a lo largo de las casi dos horas que duró el show. Poderosos, pesadísimos, aplastantes, gancheros, hiteros, comunicativos, profesionales... todos rótulos que los pintan de cuerpo entero. Siempre comandados por el muy simpático Boltendahl, los alemanes fueron descargando munición gruesa de casi todos sus discos, extrayendo lo mejor de cada uno. Fueron 19 temas, casi todos hits: "Knights of the Cross", "Excalibur", "The Grave Digger", "The last supper", "Scotland United", "The dark of the sun", "Morgana LeFay", "The round table", "Rebellion", "The reaper", entre otros... del último álbum solamente dos: "Liberty or death" y "Silent revolution", dejando para el final un clásico entre clásicos: "Heavy Metal breakdown"... fin de fiesta a toda máquina, con todo el público enloquecido. Excelente labor de los violeros Manni Schmidt (ex Rage) y Thilo Hermann (ex Running Wild), como así también del resto de la banda... Pero los máximos laureles se los lleva el carismático frontman, Chris Boltendahl (único miembro original), quien no sufrió deterioro alguno en su registro pese a la extensión del evento. Ojalá volvamos a verlos, al menos quien escribe este comentario estuvo esperando por ellos a lo largo de varios años, y realmente la espera sí que valió la pena...
El público: entre 800 y 900 personas, que entregaron un buen marco.
La organización de Icarus: excelente, como siempre.
Un gran saludo a todos aquellos amigos con los cuales tengo el placer de encontrarme fecha tras fecha: Brenda y los chicos de Bloodparade, Pocho del Hurling Metal, Carlos Zárate, Wata, Marcela de Prensa Icarus, Gabriel de Patán, Gustavo del fanzine Templarios, Jorge de Volumen 4, etc.. Y un beso muy grande para los chicos que compartiron esta gran noche: Silvi, Maroto, Nacho e Iván.
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